Hoy Juanjo era el guía. Nos ha llevado por todo lo peor: subidas por urbanizaciones de Masnou que siempre hacemos de bajada, caminos de arena, descenso a Vallromanes con las campos helados con escarcha, vuelta a subir hasta Sant Mateu. Pero lo peor de todo ha sido el desayuno e nel huerto del padre de Juanjo: panceta, butifarra, oreja de cerdo, huevos fritos, unas barras de pan interminables y todo ello regado con vino y cerveza. ¿Por qué hacer todo esto cuando venimos de 2 días de interminables celebraciones familiares y estamos a punto de reventar? ¿Nos merecemos este sufrimiento adicional? Pues la verdad es que sí.
Fuera bromas, la salida ha estado muy bien. Se notaba el frío de Vallromanes pero eso nos ha hecho subir con más decisión. El remate final en Can Cuni, sencillamente espectacular. El padre de Juanjo, que creo que nos ha visto un poco desnutridos, nos ha tratado a cuerpo de rey. Se merece un 10
Aquí se nos ve en el huerto-restaurante, en la foto más importante de la salida
Pronto se acaba el año y el día 31 hemos de despedirlo com cal, con una trobada de germanor Sansilvestrera.
¡Hasta el sábado!