A petición del administrador, esta semana me ocupo yo de la crónica (a ver si me premia con el privilegio de moderador).
Haciendo caso omiso de alternativas propuestas a última hora, hemos quedado puntualmente a las 7:30 en los Olivos. Allí estábamos los 3 Joses: Josep, Pep y JJ, la crème de la crème bttera del Barcelonès Nord. Bueno, no es del todo cierto. Yo siempre he ido a remolque de los dos fieras que amablemente me iban esperando en cada cruce.
La ruta ha sido una non-stop con un recorrido parecido al de la pasada semana, pero dejando el avituallamiento para el final. Empezamos, cómo no, subiendo la Coscollada que ha incluido atravesar un tramo de niebla a la altura de la Vallensana. Una vez en el vigía pudimos contemplar que gran parte del Vallés se veía inmerso en un mar de nubes. Pero como la temperatura era realmente agradable nos dijimos ¿y por qué no bajamos? Pues eso hicimos y pronto nos plantamos en Sant Fost.
Para regresar tocaba subir al Galcerán pasando inicialmente por la Font de la Mercè. Pero al final para atajar hemos optado por subir de forma más directa por la cantera de Sta Maria de Martorelles. Arriba, foto de la salida que colgará Josep, y descenso cagando leches hasta Montgat a desayunar.
Para volver nos hemos dividido. Por un lado Pep, que tenía prisa, ha atajado por la carretera. Josep y yo hemos seguido tot xino xano por la playa disfrutando de un tiempo primaveral impropio de finales de noviembre.
A mí me han salido 35 km y 950 m de desnivel en 3 horas SUFRIENDO DANDO PEDALES.