¡Otra ruta larga que cae en la saca!
A las 6 en punto de la mañana quedamos en Montigalá Vicente, Xavi, Josep y JJ (al final Jordi no pudo venir). A las 6:30 cogíamos el tren en Fabra i Puig dirección a Vic adonde llegábamos, aún de noche, al cabo de poco más de 1 hora. Sorprendetemente para ser octubre teníamos 15 ºC.
Dejamos constancia que nosotros pagamos el billete de la Renfe
Y además estamos preparados para cuando pase el revisor
A ver Josep, esos modos, que no estamos en casa !
Ya estamos en Vic.
Con las primeras luces empezamos la ruta en dirección hacia Tona. Este primer tramo, prácticamente llano, discurre por la plana de la Vic a través de pistas jalonadas por granjas de ganadería porcina y bovina. El aroma se deja notar.
Llegados Tona la pasamos por el lado oeste bordeando el montículo en el que está el castillo de Sant Andreu. Justo al lado del campo de fútbol nos encontramos con una concentración de bikers dispuestos a participar en una cursa ciclista.
A partir de aquí nos encontramos en el camino con varias ermitas:
Sant Miquel de Vilageliu
Santuari de l’Ajuda
Sant Miquel de Sesperxes.
Aquí vemos a Vicente que, fiel a sus principios, tuvo una caída en el mismo lado sobre el que se acaba de recuperar. Pero como es un campeón se levanta con buen humor y aquí no ha pasado nada.
Más adelante nos encontramos un árbol adaptado como silla. Todos lo probamos y a alguno le dio por empezar a reflexionar.
Poco después llegamos a Centelles, que atravesamos mientras montaban el mercado ambulante. Aunque a los puristas de la MTB sólo les guste circular por montaña hay que decir que el casco antiguo del pueblo es realmente bonito. Algún día habremos de hacer una salida BTTera recorriendo
pueblos con encanto. Ahí dejo la propuesta.
Una vez pasada Centelles empieza un tramo de subida continua hasta el punto más al de la ruta, viendo en todo momento los restos del Castell de Sant Martí.
Llegamos arriba pasadas las 10 y ya tocaba desayunar. ¿Qué sitio se podría elegir yendo con 2 elementos de Red Eléctrica? ¡Cómo no, una torre de distribución de electricidad!
A partir de aquí recorremos los Cingles de Bertí donde destacaba la imagen inconfundible de la Trona, la punta que resalta a la derecha.
Posteriormente iniciamos el descenso hacia el Santuari de Puiggraciós y La Garriga, temblando en algunas tramos con tanta piedra pero siempre con magníficas vistas.
En este tramo final disfrutamos de un bonito tubo.
Una vez en La Garriga, y en gesto de solidaridad con Vicente que le honra, Josep se dejó caer al subir un bordillo. Espero que la mano no se te resienta.
A partir de aquí enlazamos por carretera hasta Granollers. Allí Xavi, que había dejado el coche el día anterior, se tuvo que ir por compromisos familiares. Los kilómetros restantes discurrieron siguiendo el curso del río.
Por último en el Alquimia nos obsequiamos con unas cervezas bien fresquitas (las cervezas duraron más bien poco).
La salida ha sido chula en su tramo de montaña. Aunque hay que admitir que hemos acabado un poco hartos de polvo; se nota que hace semanas que no llueve. Por suerte hemos tenido un día nada frío y en el que las nubes han amortiguado el calor del mediodía. Ahora bien, le sobran los km finales desde Granollers. Para futuras ediciones comentábamos de salir desde Tona, ahorrándonos el tramo inicial de la plana de Vic, y volver por la serralada.
Pero eso habrá de ser la primavera próxima, ya se ha alcanzado el cupo de salidas largas.